La diabetes puede provocar daños en los nervios y los vasos sanguíneos de los píes, provocando un endurecimiento y reducción de la sensibilidad, por lo que son más propensos a dañarse y su recuperación puede complicarse. Se define como la infección, ulceración o destrucción de los tejidos profundos del pie, asociados a neuropatía y/o enfermedad vascular periférica de diferente magnitud, en las extremidades inferiores de los pacientes con diabetes mellitus